En la consulta de matrona, una de las preguntas recurrentes que recibimos en las primeras visitas tras el parto son las relativas al llanto y a los cólicos del lactante. El llanto es la única forma de comunicación que tiene un recién nacido para transmitir su malestar ante hambre, frío, calor, sueño, incomodidad, necesidad de afecto o que simplemente reclama cambiar el pañal.
¿Pero cuándo se considera que el llanto es un cólico? Cuando es inconsolable, de varias horas de duración y además produce desesperación en los padres. Suele manifestarse hacia el final del día y normalmente aparece entre la segunda y tercera semana de vida. Por regla general no se alargan más allá de los 4 meses y se dá en una cuarta parte de los bebés. A día de hoy no se sabe a ciencia cierta la causa, pero entre las hipótesis con más apoyo tendríamos la inmadurez del sistema digestivo y/o el estrés acumulado a lo largo del día.
Podríamos caracterizar el cólico de forma sencilla en lo siguientes puntos:
- Llanto inconsolable de una duración finita (3 horas aproximadamente).
- El/la bebé recoge las piernitas sobre el abdomen y cierra los puños.
- Tienden a mantenerse erguidos.
Aunque la causa sea por el momento desconocida, sí que podemos recomendar los siguientes consejos para disminuirlos:
- Fundamental el contacto y el movimiento.
- Lactancia materna.
- Posición vertical (por ejemplo, con el uso de dispositivos de porteo ergonómicos).
- Masaje Infantil.
- Saquitos de calor.
- Cambio de posición durante la crisis de llanto. La posición del aviador (antebrazo sujetando el abdomen) suele tener bastante buen resultado.
Al inicio de este post os dejamos además el audio del espacio SER papás del programa local ‘Hoy por Hoy Palencia’ en la Cadena SER del pasado 22 de Agosto donde tratamos el tema de los llantos y los cólicos del lactante. ¡No dudéis en dejarnos vuestros comentarios o propuestas para siguientes programas!